La empresa es un organismo vivo que debe ser capaz de adaptarse

 


EL DESDE DÓNDE:

Da igual cómo haya empezado uno su negocio. Llega un momento en el que se va de las manos y nadie sabe muy bien cómo se ha llegado a ese punto. Cualquier empresa que tenga éxito crecerá a medida que aumente su volumen de clientes y sus ingresos y esto puede derivar en caos, aunque lo quieran llamar crecimiento. La clave está en adaptar todo según uno crece para no morir de éxito. Fui consciente de mi primer caos en la empresa cuando conocí a Verne Harnish en un evento del MIT. A partir de ahí no pude dejar de explorar cómo adaptar cada situación que me iba encontrando en el camino, sobre todo a raíz de ir sumando gente y clientes al proyecto.

EL QUÉ:

Este crecimiento trae consigo cambios organizativos que son muy necesarios. Según Verne Harnish en su libro "Scaling Up", cuando una empresa supera el umbral de los 50 empleados, es momento de comenzar a "alinear equipos en torno a proyectos, grupos de productos, segmentos industriales y regiones geográficas", y no solo por función. Harnish denomina esta estructura como "Organización Matricial".

EL CÓMO:

Harnish sostiene que esta transición estructural será más fluida si los directivos comienzan a actuar más como entrenadores o asesores de los líderes de cada departamento, quienes se convierten en una especie de CEOs de sus propias unidades. En lugar de tomar todas las decisiones, los directivos deben dedicar más tiempo a aprender fuera de la organización y compartir esas mejores prácticas con los líderes de las unidades. Esto fomenta la autonomía y el liderazgo dentro de cada unidad, impulsando el crecimiento y la adaptación.

EL PARA QUÉ:

Harnish concluye que es crucial recordar que "tu empresa es un organismo vivo que necesita sobrevivir en un entorno que siempre está cambiando. Para prosperar, debe ser capaz de adaptarse." Esta adaptabilidad es esencial para el éxito continuo en un mercado dinámico y en constante evolución.

Este cambio puede ser difícil para los directivos que están acostumbrados (o anclados) a tomar decisiones diarias. Son ellos quienes deberían adaptarse más para funcionar eficazmente en esta nueva estructura. La clave para mantener la estructura cohesionada y operativa es asegurar que esté claramente definido a quién reporta cada empleado. En la mayoría de los casos, esto será a los líderes de sus respectivos departamentos o unidades.

Sin embargo, en el caso de un empleado que sirve a múltiples unidades, debe recibir retroalimentación de cada líder de unidad, en lugar de los líderes de la organización, ya que necesitan estar accesibles principalmente para sus unidades inmediatas. 

SE TRADUCE EN:

Aprender a escalar el negocio de forma ordenada, no tener miedo a los cambios organizativos porque a la larga es lo que va a permitir el crecimiento que uno desea: el que aumentará el volumen y la satisfacción de clientes y los ingresos de la compañía. Uno no es el primero ni el último en pasar por esta fase. Aprendamos de los mejores.

EN ESCALE:

Forma parte del cuarto paso de la metodología: A de Asegurar avances. Más info aquí: www.escale.club.

POR DÓNDE EMPEZAR:

Libro: Scaling Up, Verne Harnish


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