La base: un líder forma a otros líderes
EL DESDE DÓNDE:
Como coach de emprendedores y sus equipos a nivel global, he observado que los equipos que alcanzan sus metas tienen algo en común: un líder de calidad. No se pueden aumentar los ingresos, los beneficios ni mejorar la cultura de la empresa sin un líder sólido y efectivo.
EL QUÉ:
Muchos líderes comparten características comunes, como ser motivadores, buenos comunicadores y eficientes tomadores de decisiones. Pero... ¿hay algo más que podamos hacer para tener un liderazgo excepcional?
EL CÓMO:
Un líder forma a otros líderes: Los líderes mal orientados tienden a frenar a otros para no ser superados, especialmente a aquellos con un fuerte potencial de liderazgo. La verdad es que, cuando empoderas a otros, fortaleces a todo el equipo. Proporciona oportunidades para que tomen decisiones y lideren pequeños proyectos. Esto impulsa la misión de la empresa y refleja directamente tu éxito como líder.
Un líder sabe cómo y cuándo seguir: Los líderes efectivos se rodean de personas inteligentes que pueden ofrecer soluciones e ideas únicas. Como líder designado, no siempre conocerás la respuesta, así que deja que la persona que sí la conoce lidere el equipo en ese proyecto. Esto no solo forma a otros líderes, sino que te libera para liderar en otras áreas donde eres más eficiente y tienes más conocimientos. La próxima vez que un miembro del equipo se ofrezca para un proyecto, recuerda seguir como un verdadero líder, esto fortalece la confianza y el respeto mutuo.
Un líder muestra vulnerabilidad: Los miembros del equipo confían en los líderes exitosos, y nadie confía en un robot impenetrable. Una forma de ganar la confianza de tu equipo es mostrando tus propias vulnerabilidades. Permítete compartir tus miedos y preocupaciones. Tu equipo se identificará contigo y te apoyará en la misión de la empresa. Si eres un líder, recuerda: la vulnerabilidad puede ser tu mayor fortaleza, al ser abierto y honesto, construirás una conexión más fuerte y fomentarás un ambiente de apoyo y cooperación.
EL PARA QUÉ:
Ser un buen líder es esencial para el crecimiento y éxito de la empresa. Un líder de calidad no solo motiva y guía a su equipo hacia el logro de objetivos comunes, sino que también fomenta un ambiente de confianza y colaboración. La capacidad de empoderar a otros y permitir que florezcan nuevas ideas y talentos fortalece la cultura organizacional y asegura que la empresa pueda adaptarse y prosperar en un mercado competitivo. Además, un líder que muestra vulnerabilidad y empatía establece relaciones más profundas y auténticas con su equipo, lo que resulta en un mayor compromiso y lealtad por parte del resto del equipo.
SE TRADUCE EN:
Invertir en el propio desarrollo profesional y personal es crítico para convertirse en un buen líder. Asistir a talleres, leer libros y artículos sobre liderazgo, buscar feedback constante, mantener comunicación clara con todos los empleados, son pasos que se pueden seguir de cara a mejorar las propias habilidades.
EN ESCALE:
Forma parte del tercer paso de la metodología: C de Coordinar Equipos. Más info aquí: www.escale.club.
POR DÓNDE EMPEZAR:
Un libro: De Cero a Uno, Peter Thiel
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