El objetivo principal no es aprender a administrar el tiempo, sino aprender a administrarnos a nosotros mismos

EL DESDE DÓNDE: Me di cuenta, tarde como nos pasa a todos, de que tenía un problema grave de tiempo, no me daba la vida para nada y llegaba el final del día y parecía que mi lista de tareas por hacer no solo no disminuía sino que no dejaba de aumentar. Había pasado un año en otra franja horaria distinta a España y al volver tenía la sensación de que no avanzaba. Analizando el problema y de dónde venía esa sensación justo al volver a establecerme en Madrid, me percaté de que la clave estaba precisamente en eso: el cambio horario. Cuando me levantaba en Texas en España era ya la una de la tarde, por lo que cuando me ponía a trabajar ya había podido clasificar mentalmente en lo que iba a trabajar ese día, tenía claro qué era lo urgente, qué era lo importante y qué no. Al volver a Madrid el día me comía, me entraban constantemente tareas (emails, llamadas, reuniones...) por lo que mi cerebro no era capaz de procesar en el momento las prioridades. EL QUÉ: El objetivo principal no es a...